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PROYECTO DIAZOXIDE: ¡OBJETIVO ALCANZADO!

No hace mucho les contamos la historia del pequeño Edrick y Samueldos niños muy pequeños (1 año y 4 años), que desgraciadamente padecen hiperinsulinismo congénito (HC)una enfermedad endocrina muy rara que se desarrolla en los primeros meses de vida y que puede provocar un grave deterioro de la salud en pacientes jóvenes, causándoles graves problemas neurológicos que no siempre pueden resolverse.

Son atendidos por la Asociación corazones & Manos Solidarias San Francisco, que lleva tiempo trabajando en Perú para intentar mejorar las condiciones de salud de los más frágiles, entre ellos los jóvenes pacientes de los hospitales San Bartolomé y Cevetano Heredia de Lima, que padecen esta enfermedad neurológica.

Con ellos decidimos poner en marcha en marzo el proyecto «Salud para todos: dióxido de diazida». En Perú, el hiperinsulinismo congénito es una enfermedad particularmente comprometida debido a los retrasos en el diagnóstico y la administración del medicamento adecuado, Diazoxide. Este último no se comercializa en el país y tiene un precio prohibitivo, no sólo para las familias, sino también para los propios hospitales, que no tienen forma de importarlo del extranjero.

Por estas razones, la Asociación corazones & Manos Solidarias San Francisco lleva años buscando donantes tanto públicos como privados que puedan adherirse a esta causa, contribuyendo a la compra y envío del medicamento que salva vidas. A principios de año, en Salud y Desarrollo decidimos intervenir e inaugurar este proyecto, que nos dio la oportunidad de comprar Diazoxide no sólo para los pequeños Edrick y Samuel, sino también para todos los demás pequeños pacientes de los dos hospitales.

Ahora que el proyecto ha concluido y se han entregado los suministros necesarios de Diazoxide, podemos decir que estamos contentos de haber podido contribuir a esta actividad y de haber intervenido en favor de los más frágiles.

NUEVAS CAMAS PARA CHANTHABURI

El 1 de agosto comenzó nuestro último proyecto, «Sustitución de camas para la residencia de ancianos de Chanthaburi – Camillian Social Centre«, dirigido por la delegación de los Camilos en Tailandia. Este centro fue creado hace 24 años por la «Fundación San Camilo de Tailandia» y desde el principio se construyó a bajo coste, recibiendo el apoyo de numerosos benefactores que poco a poco ayudaron al centro a crecer y mejorar.

En la actualidad, la residencia acoge a 120 ancianos, algunos de los cuales pagan una modesta cuota, mientras que otros reciben asistencia médica del Centro Social Camiliano de forma totalmente gratuita. Esto implica que la mayor parte del trabajo extra sólo puede hacerse gracias a la generosidad y el altruismo de quienes quieren apoyar la misión del centro.

La urgencia actual es la sustitución de las camas para los 120 pacientes ingresados, que no sólo se han vuelto viejas e incómodas para los pacientes y poco prácticas para el personal médico, sino que incluso -debido al clima húmedo de la zona- se han oxidado.

La petición que recibimos del P. Renato Attrezzi, director del centro, es la de una ayuda incluso parcial o aplazada con respecto a la totalidad de los gastos necesarios. Encontramos un valioso apoyo en la generosidad de un donante privado, que amablemente se ofreció a contribuir a la compra de buena parte de las camas solicitadas por el Centro Social Camiliano.

Al final de los tres meses del proyecto, todas las camas habrán sido compradas e instaladas en el centro, ofreciendo alivio a buena parte de los pacientes. En Salute e Sviluppo estamos muy contentos de poder contribuir al éxito de esta operación y esperamos que nuestra actividad sea una fuente de esperanza renovada para todos los que se beneficiarán del proyecto.

MÁS ENERGÍA VERDE EN GEORGIA

Georgia no obtuvo la independencia hasta hace unos 30 años, tras el colapso de la Unión Soviética, que durante todo el siglo anterior la había sometido y convertido en un país altamente estatista y dependiente de Moscú. Desde 1991, Georgia intenta, a duras penas, salir de la precariedad que provocó el sistema comunista y luego su colapso, con una gran parte de la población que sigue viviendo en situaciones de grave penuria socioeconómica.

Tras la independencia de la nación, los camilos decidieron establecer una delegación en el país para ayudar a todos aquellos que necesitaran apoyo socio-médico: al principio con visitas a domicilio y más tarde con la construcción de un verdadero ambulatorio especializado en Tiflis, al que -en 2001- añadieron también el Centro de Día y Rehabilitación, ya muy querido por nosotros al haber adherido a nuestra Caja AMOC (Seguro de Enfermedad de las Obras Camilianas).

En poco más de 20 años desde su creación, el Centro de Día ha conseguido convertirse en un centro sanitario de excelencia, no sólo para la población de Tiflis, sino para toda la nación. Los ciclos de atención especializada y rehabilitación ayudan a las personas con discapacidades graves -no sólo físicas- a emprender cursos de tratamiento, seguidos por personal médico y sanitario especializado en fisioterapia, logopedia y psicología.

Si ya es una de las instalaciones más avanzadas de todo el país desde el punto de vista sanitario, ahora también quiere convertirse en pionera en el ámbito de la ecosostenibilidad: el proyecto «Energía solar para una misión VERDE» prevé la construcción de una marquesina dentro de la zona de aparcamiento y la instalación de nada menos que 90 paneles solares de unos 300 vatios cada uno, con el correspondiente sistema de producción y almacenamiento de energía.

En Salute e Sviluppo hemos aceptado la solicitud de financiación del proyecto y acabamos de inaugurar las actividades que, en un plazo de siete meses, conducirán a la instalación de los paneles solares necesarios y al pleno funcionamiento de la planta ecológica. El Centro podrá producir gran parte de la electricidad que necesita de forma autónoma y ecosostenible: una clara ventaja no solo desde el punto de vista económico, sino también con vistas a salvaguardar nuestro planeta, como nos invita a hacer el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si’.

Estamos muy contentos de poder participar en este proyecto, que nos sitúa a la vanguardia, no sólo en el apoyo a un excelente centro de salud, sino también en la promoción de la cultura verde de la sostenibilidad.

PANELES SOLARES EN EL INSTITUTO SUPERIOR PRIVADO DE SALUD SAINT CAMILLE DE OUAGADOUGOU

Hace unos meses, durante una misión en Burkina Faso, tuvimos el placer de asistir a una ceremonia en el Institut Supérieur Privé de Santé Saint Camille de Lellis de Uagadugú, en presencia del Ministro de Sanidad burkinés y otras altas autoridades del Estado y la ciudad. Con motivo de esta celebración, se destacó repetidamente el gran valor del Instituto: un centro de estudios de enfermería, que se ha consolidado en el panorama sanitario del país por la alta especialización que ofrece a sus estudiantes, procedentes no sólo de Burkina Faso, sino también de otras 12 naciones africanas.

Burkina Faso sigue siendo una nación extremadamente pobre, donde la mayoría de la población vive en precario y sin acceso a servicios básicos de saneamiento, sanidad y educación. En los últimos años, la situación ha empeorado aún más debido al terrorismo que se ha cebado con el país.

Cultivar y especializarse en salud y enfermería parece ser una prioridad, y la escuela de Uagadugú ofrece una de las mejores vías de estudio. Para apoyar al centro y reforzar nuestro apoyo a la población burkinesa, inauguramos el 1 de marzo el projecto «Instalación de paneles solares en el Instituto Superior Privado de Salud Saint Camille de Lellis».que concluirá a finales de agosto e incluye la compra e instalación de varios paneles solares y un sistema para inyectar energía directamente a la red de consumo durante esos seis meses. El objetivo es garantizar la autosuficiencia energética del instituto mediante el uso de fuentes renovables.

Nos complace poder contribuir a la mejora de este centro de excelencia, con la esperanza de que siga siendo un importante centro de formación, no sólo para su país, sino también para los países vecinos, como lo es hoy.

CURAS Y ENSEÑANZAS EN EL OHUAM PENDÉ

La mayor parte de los proyectos que tenemos en marcha se desarrollan en la región de Ouham – Pendé: a unos 400 kilómetros de la capital, Bangui, es una de las zonas más pobres de la ya de por sí indigente República Centroafricana. La inestabilidad política de toda la nación, y la violencia resultante, hacen que la pobreza sea endémica y los derechos básicos inaccesibles.

Nuestro punto de referencia en la región es el Hospital Camiliano Juan Pablo II de Bossemptélé, que lleva más de 20 años trabajando con valentía y determinación, lo que representa un hito para la población, que puede contar con una atención adecuada gracias a este hospital.

El proyecto SENÌ- Health and Hygienic Concepts for the Bossemptélé Community, financiado por la FONDATION ASSISTANCE INTERNATIONALE (FAI), se inició el 1 de enero de 2021 con el objetivo de construir las infraestructuras necesarias para el hospital, suministrar medicamentos y material sanitario fungible, contratar personal sanitario y promover la higiene y la educación sanitaria de la población local.

Concretamente, en lo que respecta a las infraestructuras, el proyecto pretende contribuir a la mejora del hospital mediante la construcción de un nuevo pozo que pueda satisfacer todas las necesidades de agua del hospital y la instalación de nuevos paneles fotovoltaicos que puedan garantizar un suministro estable de electricidad. El pozo se ha completado, es funcional y puede cumplir plenamente su función. Todos los paneles han sido instalados y puestos en funcionamiento.

El resultado infraestructural se ha logrado, mientras que el centrado en la concienciación de la población local en temas de salud y prevención está en marcha con excelentes resultados. El proyecto incluye una serie de reuniones semanales sobre temas específicos como nutrición, vitaminas, tabaco, alcohol, higiene personal, vacunación contra el paludismo e higiene ambiental. Las reuniones ya han comenzado y siguen celebrándose regularmente, tanto dentro del hospital como en las zonas rurales circundantes, gracias al equipo de clínicas móviles. Hasta la fecha, más de 4000 personas han participado en actividades de sensibilización.

Aunque el final del proyecto está previsto para el próximo verano, los numerosos actores locales implicados – el Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Enseñanza Superior, la Asociación para las Obras Médicas de las Iglesias en Centroáfrica – ASSOMESCA y la Orden de las Hermanas Carmelitas de Bossemptélé, así como la delegación camiliana en la República Centroafricana que dirige el Hospital Juan Pablo II de Bossemptélé – seguirán trabajando para que la misión de sensibilización de la población local tenga continuidad y pueda producir beneficios a largo plazo.
Les mantendremos informados de los avances del proyecto y de las muchas buenas historias que nos llegan del Hospital Juan Pablo II de Bossemptélé.

SALUD Y NUTRICIÓN EN BOSSEMPTÉLÉ

«Salud y Nutrición para la Población Vulnerable de la Subprefectura de Bossemptélé» ha sido un proyecto del que os hemos hablado muchas veces, contando todos los hitos que hemos ido consiguiendo poco a poco. El proyecto, que forma parte de la «Iniciativa de emergencia de apoyo a la población vulnerable en la República Centroafricana», fue financiado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo (AICS) y comenzó en septiembre de 2021.

Las intervenciones se concentraron en Bossemptélé, la ciudad donde se encuentra el Hospital Juan Pablo II, centro sanitario de toda la región, y en los 75 km circundantes. Estamos en la República Centroafricana, un país endémicamente pobre, donde muchos de los servicios básicos están al alcance de unos pocos, mientras que la mayoría de la población sufre condiciones de precariedad e inseguridad, tanto sanitaria como alimentaria. Desde hace algunos años, además, los grupos rebeldes hacen que el país sea aún más inestable, llevando a cabo actos violentos y atemorizando a la población, ya de por sí en apuros.

En Salud y Desarrollo -en el transcurso de este proyecto- también tuvimos que hacer frente a esta situación, que ralentizó el trabajo, haciéndolo más difícil y peligroso. A pesar de ello, pudimos alcanzar la mayoría de los objetivos que nos habíamos fijado, incluida la construcción de una sala de urgencias para el Hospital Juan Pablo II. Antes de nuestra intervención, el hospital no tenía la posibilidad de alojar a los pacientes más graves en una sala adecuada, ahora la sala de urgencias se ha completado, tanto en términos de construcción estructural como de equipamiento. Durante este año de obras, el hospital pudo atender a más de 9.000 pacientes, de los que aproximadamente un tercio fueron ingresados para recibir el tratamiento adecuado.

Otra deficiencia que habíamos detectado en una fase temprana se refería a la capacidad del hospital para garantizar las comidas necesarias a los pacientes ingresados: la mayoría de los que llegan al centro presentan un grave estado de desnutrición y necesitan restablecer una dieta adecuada. En el curso de este proyecto, construimos una cocina adyacente a las instalaciones del hospital, que puede ofrecer tres comidas al día a todos los pacientes. A pesar de que las obras estructurales acaban de concluir, desde el inicio del proyecto se ha instalado una cocina provisional que ha conseguido proporcionar tres comidas completas al día a más de 1.600 pacientes.

Con el fin de aumentar la capacidad del Hospital Juan Pablo II para atender adecuadamente la demanda de atención de la población local, decidimos poner en marcha un programa de formación para el personal sanitario. Gracias a esta iniciativa, se formó a 38 trabajadores especializados en obstetricia, oftalmología, técnicas de laboratorio y mantenimiento de equipos médicos.

Para proporcionar un amplio acceso a la atención sanitaria también en las zonas rurales de los alrededores de Bossemptélé, rehabilitamos, y en algunos casos construimos desde cero, los puestos de salud situados en algunos pueblos de la subprefectura. Antes de nuestra llegada, estas instalaciones eran inseguras, con graves problemas estructurales y sin mobiliario ni maquinaria útil para primeros auxilios. Durante el año, renovamos, amueblamos y equipamos con material sanitario las poste de santé de Gbawi (a 40 km de Bossemptélé), Bodangui, (a 10 km), y Bombalou (a 45 km), y construimos una nueva poste de santé en el pueblo de Yangoro, a 15 km de Bossemptélé. Además, hemos formado a más de 30 trabajadores que garantizarán un servicio sanitario eficaz atendiendo estos puestos de salud. Además de cada una de estas instalaciones, también se rehabilitó o construyó un pozo para suministrar agua potable, no sólo a la poste de santé, sino también a toda la población del pueblo correspondiente. Gracias a algunos saldos presupuestarios, pudimos rehabilitar un pozo adicional en la aldea de Boyaram. En total, más de 21.000 habitantes tienen acceso al agua potable,

Además de estos pueblos, hay muchos otros que, al carecer de poste de santé y estar alejados de Bossemptélé, permanecen sin cobertura sanitaria. Para resolver este problema, activamos y reforzamos el servicio de clínica móvil, que -en el transcurso del proyecto- pudo visitar más de 27 pueblos, prestando primeros auxilios a la población local. La clínica móvil también puso en marcha reuniones de concienciación centradas en distintos temas sanitarios, y consiguió implicar a más de mil personas. En los últimos meses, el clima de inestabilidad en el país ha empeorado: los grupos rebeldes armados han atacado amplias zonas, incluida parte del área en la que opera la clínica móvil, algunos de los cuales se han visto obligados a huir. Debido a esta situación, no fue posible visitar muchos pueblos y llevar a cabo todas las actividades previstas anteriormente.

A pesar de estas dificultades, que provocaron varias ralentizaciones, el proyecto registró resultados positivos: Un 14% más de la población local tuvo acceso a servicios sanitarios, Un 25% más tenía acceso a agua potable, mentre La desnutrición bajó del 40% al 38%. Las instalaciones que hemos construido y las actividades que hemos puesto en marcha seguirán siendo una valiosa ayuda para la población local, que por fin tendrá acceso a unos servicios sanitarios adecuados y de mayor calidad.

Este artículo se ha elaborado en el marco del proyecto Salud y Nutrición de la Población Vulnerable de la Subprefectura de Bossemptélé AID 05/RCA/12049/2021 financiado por la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo. El contenido de esta publicación es responsabilidad exclusiva del autor y no representa necesariamente la opinión de la Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo. La Agencia Italiana de Cooperación al Desarrollo no se hace responsable de la información que se considere errónea, incompleta, inadecuada, difamatoria o de algún modo censurable.

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